al-Andalus: Ciudades, Mezquitas y Palacios. Prueba de mayo (2020)
El arte de al-Andalus: los nuevos enfoques y contextos en el estudio de las mezquitas y/o los palacios andalusíes.
Los primeros estudios sobre el arte en al-Andalus se centraban en definir las mezquitas como espacios religiosos; sus formas, estructura, rito y diferenciarlas con los espacios oficiales y de poder: los palacios. La dimensión de estos espacios se reducía a una única función; la más plausible teniendo en cuenta lo que se conocía y se había estudiado hasta entonces. Sin embargo, el siglo XXI aporta una amplitud de miras en cuanto a las funciones que desempeñaban los distintos espacios. Nos centraremos en los estudios sobre el conocimiento tanto su importancia en la cultura islámica como en el arte andalusí.
La enseñanza será un elemento esencial en la cultura islámica. Todo musulmán tenía que conocer la palabra del profeta. Tenía que conocer el Corán palabra a palabra para actuar y vivir correctamente. Además, el conocimiento era el medio para que el hombre alcanzase a conocer la divinidad y acercarse a Dios. Para ello, eran necesarios una serie de espacios del saber.
En primer lugar, las mezquitas, tanto aljamas (son las mezquitas mayores de cada ciudad, donde se congregaban todos los habitantes de esta para realizar la oración de los viernes) como en las urbanas (donde realizaban el resto de las oraciones) eran espacios dedicados a la oración, pero también a la enseñanza. Allí desarrollaba su docencia el maestro con sus alumnos que se sentaban a su alrededor formando un círculo. Además de conocer los textos del profeta, también se impartían otros conocimientos. En la mezquita aljama impartía los conocimientos el maestro más reputado, mientras que los demás se ocupaban de las mezquitas urbanas, adscritas a cada barrio. Cuando se comenzaron a realizar las madrasas (escuelas) como construcción propia, la actividad en las mezquitas se redujo, pero no desapareció por completo. La mezquita aljama de Córdoba o el estudio de la mezquita urbana de Bab al-Mardum[i] de Toledo son ejemplo de ello.
En segundo lugar, encontramos las ciudades palatinas. Allí, contamos con espacios directamente destinados a estas funciones, según los últimos estudios. Madinat al-Zahra, ciudad palatina de Córdoba construida en el siglo X, fue proyectado como un espacio oficial, residencial y representativo del poder oficial. Las ruinas encontradas durante la segunda mitad del siglo XX fueron consideradas romanas ya que encontraron varios elementos; fustes, capiteles, columnas de mármol verde y rosa y una serie de estatuas y sarcófagos romanos originales. La utilización de elementos romanos se debe por una parte a una cuestión de economía de medios; disponían de ellos y lo aprovechaban. Por otra parte, encontramos en las fuentes árabes del siglo X información sobre las actividades llevadas a cabo en los espacios de los que se desconoce su función. Nos referimos en este caso a el Patio de los Pilares y el de los Relojes. En estos espacios se desarrollarían[ii] espacios del saber. Los elementos romanos (sarcófagos y estatuas) eran desprovistos del contexto pagano y pasaban a ser agentes históricos del pasado de la civilización. Eran estudiados desde un punto de vista filosófico e histórico para legitimarse políticamente y evocar la antigüedad clásica. Incluyendo la existencia de una biblioteca palatina que tendrá una gran relevancia en la historia de al-Andalus, encontramos un contexto cultural y científico que se identifica con el califato omeya cordobés. Habría un interés por traducir los textos grecolatinos al árabe por lo que los elementos romanos serían como citas visuales para esas palabras, asumiendo así las imágenes como referentes del pasado clásico.
También en espacios construidos con una finalidad únicamente oficial como es el Palacio de la Aljafería. Encontramos un aparato ornamental[iii] que se relaciona directamente con las actividades allí realizadas. Para encontrar la relación debemos tener en cuenta el despliegue literario por parte de los reinos taifa. Se desarrolla el género del Adab; es un género literario de prosa rimada que se basa en las metáforas y paradojas. Surgen a partir del conocimiento de varios textos aristotélicos. Este género pasó a ser un medio de comunicación y expresión codificada para los cortesanos. En el Palacio de la Aljafería se llevarían a cabo reflexiones poéticas y reuniones (Majlis) de estos eruditos. El ornamento así refleja el lenguaje codificado poético: encontramos metáforas literarias a partir de arcos polilobulados, capiteles y columnas, pequeñas cúpulas vegetales, donde el poeta puede encontrar el conocimiento, encontrando a partir de la metáfora como este surge del centro (dios) y desciende hacia abajo (plano terrenal).
Recurrimos a la Alhambra de Granada para ejemplificar estos aspectos. En este caso centrándonos en el Patio de los Leones. Al igual que la ciudad palatina de Madinat al-Zahra, esta ciudad palatina también contaba con una biblioteca en el conocido como Salón de los Reyes. El patio tendrá una tipología de madrasa: una fuente central, porticado por todos sus lados, con cuatro templetes, y espacios habitaciones para los alumnos. Aquí encontramos también un ornamento que se relaciona con la función. En el caso de la literatura nazarí de Granada, está basada en la alegoría; la arquitectura crea formas que remiten a la naturaleza. Las fuentes lo denominan jardín-paraíso. La importancia de la luz, el agua y la palabra por medio de las inscripciones nos acercan a esta idea. Los últimos estudios de este determinan que se trata de un espacio de saber, de oración y funerario[iv]. Habrá un elemento que relaciona estas tres funciones: las cúpulas de mocárabes (representaciones de la unidad del universo en pequeñas partículas, que cambian según la voluntad divina representada a partir de los contrastes creado por la luz que penetra por las arquitecturas). En este espacio, al igual que en Madinat al-Zahra se desarrollaban los estudios sobre astronomía y ciencia, en este caso más avanzado se materializan en la concepción atomista de estas cúpulas como en el caso del Salón de las Dos Hermanas y el Mirador de Lindaraja. Así también podemos relacionar los espacios funerarios con las actividades docentes en el Salón de Abencerrajes: encontramos una cúpula de mocárabes y se trataría de un oratorio. Un entorno de enseñanza palatino donde el hijo del soberano y los hijos de la corte acudían a recibir sus conocimientos y en las horas de oración tenían disponible un espacio para ello.
Encontramos pues que los estudios referidos a los espacios oficiales y religiosos en el siglo XX se aproximaban los elementos más esenciales de la cultura islámica y andalusí, mientras que en el siglo XXI se encarga de revisar esas cuestiones y reformular muchas de las ideas preconcebidas. Tras este análisis podemos determinar que el arte islámico, considerado hasta hace dos días una cultura únicamente basada en la religión, el comercio y la oración, tiene una amplia red de referencias artístico-científicas y literarias. El aparato ornamental, los programas epigráficos y la arquitectura se relacionan directamente con las actividades docentes y científicas de estos espacios. Los espacios de saber estarán presentes en todos los palacios y mezquitas andalusíes como parte fundamental de su cultura.
[i] Esta era propiedad de una familia de maestro. De su estructura se encuentran precedentes en el oriente islámico con función de madrasa.
[ii]
[iii]
[iv]
Bibliografía
Calvo
Capilla, Susana. «El arte de los reinos taifas: tradición y ruptura.» Anales
de Historia del Arte, Vol. extraordinario (2), 2011: 69-92.
Calvo Capilla, Susana. «La mezquita de Bab al-Mardum y el proceso de consagración de pequeñas mezquitas en Toledo (s. XII-XIII).» Al-Qantara, 20:2 , 1999: 300-330.
Calvo Capilla, Susana. «Madinat al-Zahra' y la observación del tiempo: el renacer de la Antigüedad Clásica en la Córdoba del siglo X.» Anales de Historia del Arte, Vol. 22, Núm. Especial (II), 2012: 131-160.
Puerta Vílchez, José Miguel. «Estéticas de la luz, el tiempo y la apariencia en la arquitectura áulica andalusí.» La Aljafería y el Arte del Islam Occidental en el siglo XI, 2004: 135-180.
Robinson, Cynthia. «Los idiomas del Ornamento: la Aljafería y la Alhambra.» La Alfajería y el Arte del Islam Occidental en el siglo XI, 2004: 177-200.
Ruiz Souza, Juan Carlos . «El Palacio de los Leones de la Alhambra: ¿Madrasa, zāwiya y tumba de Muḥammad V? Estudio para un debate.» al-Qantara, Vol 22, no. 1, 2001: 77-120.
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